Recordemos que el teletrabajo es el trabajo fuera de las oficinas o fuera del espacio físico de la empresa donde mantenemos un vínculo laboral, utilizando tecnologías de información y comunicaciones. Está sonando últimamente con mayor frecuencia en Perú por ser una respuesta a la medida preventiva implementada desde hace 2 semanas por el poder ejecutivo para reducir la propagación del coronavirus; sin embargo, ya está considerada como una modalidad laboral desde el año 2015.
Compartimos algunas reflexiones desde lo observado y experimentado durante estas semanas:
¿Cómo lo hemos pasado hasta ahora?
Lo positivo
Descubrimos nuevas formas de conectarnos con nuestros hijos, les hemos podido dar más de nuestro tiempo.
Hemos podido compartir un poco más de tiempo en familia.
Tenemos la oportunidad de organizar mejor nuestros tiempos, y conciliarlo con los horarios de la familia.
Tenemos más de tiempo para nosotros mismos, para meditar, aprender, ejercitarnos, dormir, avanzar pendientes personales (aunque poco, ha sido posible con una buena organización interna).
Hemos podido avanzar actividades que teníamos pendientes en casa.
En Perú el gobierno está tomando medidas que hacen difícil la gestión de nuestros roles, pero que nos dan cierta tranquilidad al respecto del manejo organizado de la situación a nivel país.
Hemos generando algunas eficiencias (por ejemplo, en el ahorro de tiempo y recursos económicos para trasladarnos al trabajo).
Lo complicado
El tiempo que exige la familia, y especialmente los hijos, al estar en casa. Los chicos requieren nuestra atención para las actividades cotidianas y en muchos casos para las clases virtuales de la escuela.
Que las redes de internet estén cada vez más saturadas porque todos en casa acceden a la vez, replicándose esta situación por cada hogar.
Una variedad de distractores, entre ellos la comida, las redes sociales, labores de la casa, entre otros, que nos llevan a procrastinar (dejar para después lo importante en el trabajo).
La ansiedad natural que genera el aislamiento, y que a veces no sabemos cómo identificar y canalizar, lo cual se agrava por la saturación de información no oficial en los medios. Además, tenemos muchas veces que contener la ansiedad de los demás miembros de la familia.
El temor ante el futuro, a nivel laboral, económico y social, por la posibilidad de no poder cubrir nuestro presupuesto, por la posible reducción de personal en las empresas, por volver a compartir con otras personas en espacios públicos, entre otras causas.